El mitin de Zapatero de Tenerife el 30 de abril podría haber sido noticia, como remarcó El Mundo, por los 600 asientos vacíos en el pabellón insular de La Laguna. Una simple acción preparada por un grupo de afiliados al sindicato CNT coló en el mitin, sin que nadie les hubiera invitado más que para aplaudir, a los 4.910.200 parados cifrados en la última Encuesta de Población Activa.
Siete cenetistas alinearon en sus camisetas blancas los siete dígitos que, unidos, forman la cifra que desmiente la retórica de los “brotes verdes” desplegada por el Gobierno desde el minuto 2 de la crisis. Ya en enero de 2009, el entonces ministro de Trabajo Celestino Corbacho se refirió al inicio de la recuperación de empleo con una frase que debería estar grabada en hojalata -o en hormigón-: “para marzo, volveremos a ver las hormigoneras en la calle”.
Eran los tiempos del primer Plan E de promoción de obra pública. Dos años después, en algún momento entre enero y marzo se han registrado casi 5 millones de personas desempleadas. Llenaban demasiado en el pabellón donde el presidente en disfunciones explicaba por qué hay que apoyar a su partido el 22-M. Un grupo de seguridad, formado por militantes del PSOE, las expulsó enérgicamente. En el vacío, sólo quedaban fantasmas. Y Zapatero: “tenemos que combatir una crisis que no generamos”.
Miembros de la CNT son expulsados del mitin. Foto: Colectivo fotográfico arribalasqueluchan