Por la mañana, alrededor de las seis, agentes de la digos (policía secreta italiana) de Torino han registrado las habitaciones de algunos no-tav entre los cuales Alberto Perino, y el centro social Askatasuna de Torino, tirando abajo la puerta con un ariete. Con una notificación a los implicados en la investigación y orden de registro en mano, los agentes han realizado una redada digna de una misión militar. Los hechos de que les acusan son relativos a la noche del 23 de mayo en Chiomonte, cuando el movimiento lanza el primer intento de ocupación de las obras de Maddalena. La comisaria bajo las órdenes de la jefatura de Torino ha realizado una operación en un tiempo fulminante como no sucede en ningunas otras investigaciones, todo esto para meter presión y miedo al mvimiento no-tav.

A las luces del alba, mientras tenían lugar los registros, las noticias empezaron a circular y como parecía, vista la coordinación de los registros y el despliegue de fuerzas, el preludio de detenciones, estallaron las movilizaciones. Se realizó una concentración en Candove bajo la casa de Alberto Perino para denunciar el hecho y mostrar solidaridad.

A Perino le acusan de  un delito de opinión (instigación para delinquir) relativo al mitin final de la manifestación Rivalta-Rivoli de mayo pasado y un video en Youtube; otros dos: dos estudiantes universitarios del Colectivo Universitario Autónomo, uno de los comités antinucleares de Saluggia y uno del CSOA Askatasuna (Torino), varios delitos relativos a la primera noche de resistencia en Maddalena. Una lógica perversa por parte del poder que querrían a Perino como inspirador y a otros como ejecutores.

Un enésimo acto, al que estamos seguros que seguirán otros, con la firma del fiscal Giancarlo Caselli, que después de sus enemigos históricos, terrorismo y mafia, ahora ha encontrado en el movimiento no-tav su enésimo adversario para derrotar.

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