El pasado 24 de agosto la empresa TIENDAS DE CONVENIENCIA, S.A. (OPENCOR) procedió a despedir al Delegado de la Sección Sindical constituida en noviembre de 2010. Los motivos, muy claros: REPRESIÓN SINDICAL. Lógicamente, en la carta que se entregó al compañero no lo expresaba en éstos términos, sino que se le despedía por motivos disciplinarios (disminución continuada y voluntaria de su ritmo de trabajo), aunque se reconocía en la misma carta la improcedencia de dicho despido. Es decir, la propia empresa admitía que la causa alegada era mentira, y sólo una excusa para sacarse de encima un trabajador “molesto”.

   Se contó con la presencia de un miembro del comité de empresa, miembro a su vez del sindicato patronal FASGA, quién no sólo eludió cualquier responsabilidad en el despido, sino que afirmó al delegado que tenía “suerte” por concederle la empresa “45 días [de salario por año de servicio], cuando en estos momentos gracias a CCOO y UGT estamos en 33 días”.

   Esta situación abre, lógicamente, un conflicto con la CNT, que no terminará sino con la readmisión del Delegado y el fin de la represión sindical. Pero no se va a quedar en el juzgado, claro está, porque para esto ya están los sindicatos mayoritarios. Teniendo en cuenta la actividad de Opencor, una acción de boicot y una campaña de información a sus clientes y consumidores puede causarles un grave perjuicio. Es difícil que se pueda promover actualmente un boicot a una gran empresa que tenga impacto en sus cuentas, pero es posible en el marco de una tenaz y continua lucha. Y si no estuviésemos dispuestos para este tipo de luchas, creemos poder afirmar que no estaríamos en la Confederación Nacional del Trabajo.

   Por supuesto que el despido del delegado no va a suponer, ni mucho menos, el fin o la suspensión de la actividad sindical de la sección, sino todo lo contrario. Además, olvidan que tienen delante a un sindicato que tiene en la solidaridad, el apoyo mutuo y la acción directa las más potentes y eficaces herramientas de lucha.

¡VIVA LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS!

¡VIVA LA CNT!