Por Acratosaurio rex.
 

Prudente ante la maldad, siempre pruebo mi merienda antes de comérmela para comprobar si está envenenada. En esta ocasión la precaución ha sido inútil, y alguna ponzoña de mis enemigos me tiene metido en el lecho tosiendo, tiritando, expulsando un líquido negro por los pulmones, espuma en el recto y cosas así de desagradables, desde el día 27 de diciembre. Apuntad la fecha. 

 

Como sabéis, las asambleas se han hecho tan populares que hasta anuncios podemos ver de ellas (1). Un centenar de vecinos discuten sobre tarifas de móviles o algo parecido, llegando a un consenso en torno al precio del servicio. Je, como si una multinacional sanguinaria como movistar, se fuese a dejar embaucar por un grupo de ciudadanos en torno a sus defecaciones. 

 

A lo que vamos: la democracia moderna desde que se inventó en el siglo XIX, ha tenido dos versiones. Por un lado la de quienes han pensado que lo suyo es que el pueblo tenga un peso significativo en las decisiones que se toman, y que le atañen directamente. Esta forma de ver el problema (Poder Popular le llaman), es muy minoritaria. Por otro el de quienes opinan que la gente mientras menos aparezca por donde andan los que mandan, mejor. Por eso la única asamblea que se nos muestra como deseable, es una llevada a cabo por actores. Todo se desenvuelve en un buen rollo vomitivo, sin mossos dando candela, votando una moción en 48 segundos, el colmo de la abominación diría yo.

 

El anuncio, por contraste con la realidad, nos enseña que Democracia es un sistema político que para su estabilidad precisa del voto pasivo del pueblo apático (2). La participación, lejos de ser un objetivo buscado, es algo cuidadosamente evitado. Burke, Hamilton, Madison, grandes padres del mundo moderno, han considerado que el sufragio  es un mecanismo para evitar la participación popular por un lado, y así mantener (presuntamente) un gobierno ilustrado y racional dando las órdenes. No tiene más misterio.

 

Quienes piensan que eso no es la democracia, y piden al gobierno que cambie, tienen por delante la ardua tarea de convencer de manera pacífica a los políticos de turno, de que el mejor gobierno que existe es el de todo el pueblo gobernando, es decir, que no haya Gobierno y venga la Anarquía. Y digo de manera pacífica, porque el pacifismo de moda permite desconcertar a la policía, a los políticos y a los periodistas, que no saben (en principio) cómo reaccionar ante una sentada de gente con las palmas levantadas y cantando el kumbayá… Claro, que puestos a pensar, también un león que lleve siete días sin comer puede sentirse desconcertado unos segundos si tú, en lugar de correr o de revolverte como un loco, vas amistosamente y le acaricias la melena antes de introducir la chola en sus fauces. Idiota.

 

Cuando el poder reside en el pueblo, no existe el poder. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

 

 

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NOTAS

 

 

(1) Evidentemente, si algún día triunfa el fascismo, movistar nos deleitará con algún anuncio sobre Mussolini llamando a Franco con la tarifa plana o algo así. Este es el anuncio de marras.http://youtu.be/yw5AGRoe3fk

 

(2) La apatía de las masas es un contrapeso más o menos efectivo, a los fanáticos que representan un peligro real para la democracia liberal. W.H. Morris Jones, “In defense of Apathy”, en Political Studies, vol II, 1954, p. 37.