clase

La clase empresarial está bien organizada y junto a los gobiernos títeres como el nuestro aplica sus recetas, como la nueva reforma laboral, gobierno a su vez títere de las recetas neoliberales de la UE, el FMI y el Banco Mundial. Saben perfectamente lo que deben hacer para enriquecerse más y saben que lo tienen que hacer a costa de los trabajadores. Ellos si que tienen claro que no son iguales a los trabajadores y que tienen intereses contrapuestos.

En canvio muchos trabajadores en tiempos de vacas gordas se han creído el cuento de que eran clase media, hipotecándonos hasta el cuello por una casa y algunos por un coche de alta gamma. Con la llegada de la crisis y el fin del “paraíso” del ladrillo y del hacer dinero rápido, se han quedado sin trabajo y con la hipoteca por pagar, sufriendo por llegar a fin de mes o directamente deshauciados y teniendo que pagar igualmente la hipoteca.

Almenos espero que esta crisis haya servido para abrir los ojos a una buena parte de ellos, y hacer ver que la clase media era una cortina de humo para enriquecer a unos pocos, y que los trabajadores no tenemos el mismo poder aquisitivo de la clase empresarial y además tenemos intereses contrapuestos. Ellos nos quieren hacernos trabajar más por menos salarios, quieren reducirnos el paro, las pensiones y aumentarnos la edad de jubilación, además de que seamos flexibles, es decir, que trabajemos cuando a ellos les de la gana, cambiandonos de puesto de trabajo cuando a ellos les de la gana,y para los jovénes la patronal y el gobierno nos venden como única solución los minijobs de  450 euros al mes. Nosotros queremos trabajar menos, tener más tiempo libre para nosotros y los nuestros, cobrar más, tener unas condiciones laborales dignas, etc. La lucha de clases existe, los empresarios si que tienen conciencia de clase, y nos están ganando por goleada.

Curiosamente en manifestaciones, o por las redes sociales veo a muchos estudiantes que hablan de la clase obrera, de revoluciones, se ponen la cara de Durruti, Bakunin, Marx, de los mineros de Asturias, la hoz y el martillo o la A circulada como fotos de perfil, van a todas las manifestaciones, asambleas, están en no se cuantos grupos políticos y hacen todas las huelgas. Eso si, algun0s de ell0s no han trabajado en su puñetera vida, sus papas les pagan los viajes y los estudios, y aún se atreven a hablar en nombre de la clase obrera. O los tertulianos y prensa tanto de derecha, extrema derecha rancia, progre y superprogre. Hasta las “huelgas generales” (paros de 24 horas) son convocadas desde arriba por las burocracias sindicales. Por cierto , como dijo un compañero del sindicato, para hacer huelga lo primero que se tiene que hacer es trabajar.  Quienes pueden parar el país y quienes se arriesgan a ser despedidos, son los trabajadores.  Y sin conciencia de clase y organización no habrá ninguna revolución, y ni tan sólo ninguna mejora laboral ni social, sino retrocesos en nuestros derechos conseguidos, como hasta ahora. Recuerdo las huelgas de estudiantes donde mucha gente hacia huelga para no ir a clase y los que hacíamos piquetes y íbamos a las manifestaciones éramos cuatro. Con eso no estoy diciendo que los estudiantes no puedan protestar y que todos sean niños de papa, no, muchos se están sacando sus estudios trabajando o almenos han trabajado son de familias humildes y saben de que va la cosa.

Los trabajadores somos los que debemos decidir como afrontamos nuestras problemáticas. Por mucho que una persona hable de la clase obrera, de revoluciones,etc poco o nada empatizara sino ha sufrido el trabajo precario, si su familia no lo ha pasado mal para llegar a final de mes,etc. Algunos me dirán que grandes pensadores marxistas o anarquistas han empatizado con los problemas de clase trabajadora, en todo caso los han analizado y han propuesto soluciones (eran los que tenian acceso a la cultura y tiempo libre), pero pocos de ellos han estado en primera fila de una revolución (aunque algunos crean que Lenin estava a primera fila asaltando el palacio de invierno). Es más las personas que no han sufrido ni el trabajo precario, y vienen de buenas familias, normalmente se les ve por sus actitudes de desprecio o egoismo ante los trabajadores, precarios, parados, etc. Hasta en las relaciones personales, acostumbran a comportarse mirando sólo por sus intereses sin importarles a quien hacen daño, ya que al haberlo tenido todo tan fácil, no valoran nada. El problema es que entre los trabajadores también han conseguido inculcarnos este egoismo. Yo no me hice anarquista (aunque decir que soy anarquista me queda muy grande y no me gusta), porque se me apareció Bakunin en forma de pajarito, sino por las experiencias vividas, y a partir de estas en  pensar que la solución a nuestros males no pasa ni por la dictadura del proletariado, ni por la socialdemocracia, y ni mucho menos por el neoliberalismo.

A los trabajadores sólo nos queda un camino para invertir la situación y almenos parar todos los recortes laborales y sociales, recuperar la conciencia de clase y organizarnos entre iguales. Por eso nosotros estamos en la CNT, porque nos organizamos entre iguales (trabajadores en activo o en paro, estudiantes, jubilados), esta organización es totalmente independendiente del estado y de partidos y organizaciones políticas, no delegamos en “profesionales” del sindicalismo que viven de nosostros, las decisiones las tomamos en asambleas y todos tenemos la misma voz. Cada cual que elija el sindicato y organización que crea más adecuado, pero sobre todo que se organize, luche, y rompa la cultura de la delegación, esta cultura tan extendida que cree que los problemas nos los solucionaran otros.

Un afiliado a la CNT-AIT Sabadell