El pasado sábado 4 de marzo, algunas compañeras fuimos por las calles de Sabadell a preguntar sobre las discriminaciones sufridas por las mujeres en el entorno laboral.

Teníamos dos objetivos, recoger información de qué tipo de discriminaciones y abusos sufren e identifican las mujeres en sus trabajos, y, por otro lado, visibilizar y concienciar de la importancia de actuar colectivamente ante ellas.

Constatamos que hay cierta conciencia del trato discriminatorio que sufrimos las mujeres en este sistema patriarcal en general. Sin embargo, observamos que es muy necesario evidenciar este trato discriminatorio en el entorno laboral. Tendemos a normalizar algunas cuestiones y se pasan por alto o no se perciben como graves. Por eso es muy importante tener una mirada feminista en la lucha por los derechos laborales y reivindicar el 8M como lo que es: el día de la mujer trabajadora.

Preguntamos a diferentes perfiles de mujeres (edad, origen, etc.) y, aunque las discriminaciones sufridas son de una crudeza distinta, la mayoría de mujeres a las que preguntamos, sí que han sufrido discriminación en el entorno laboral y sí que se ven capaces de identificarla.

Sin entrar en detalle, porque queremos dar visibilidad a cada una de las vivencias más adelante, recogimos experiencias que dan apoyo a lo que ya conocemos y denunciamos: la existencia de la brecha salarial, la precarización de los trabajos feminizados, el tener que soportar que nos traten como objetos, etc. Sin mencionar que la mayoría, tenemos una doble jornada laboral, sostenemos con nuestro esfuerzo y tiempo, la carga de las tareas reproductivas.

Somos clase trabajadora, se reconozca o no nuestra fuerza con un salario.

No queremos pasar por alto las actitudes de algunos hombres mientras hacíamos estas preguntas.  A pesar de que en ningún momento planteamos que estas discriminaciones fueran su culpa, ni que fueran ellos los que ejercen ese abuso, muchos se sintieron ofendidos o interpelados de alguna forma. Nos encontramos con que algunos que respondían por las mujeres o que directamente no las dejaban participar, otros hicieron  comentarios con menosprecio y tono burlón. La reflexión sobre esto daría para una publicación entera, pero hoy no es objeto de nuestra denuncia.

Ellos se benefician de nuestra opresión, pero no es una cuestión individual sino estructural.

Han pasado más de 100 años desde ese 8 marzo de 1908, y a pesar de que se han conseguido mejoras a nivel laboral desde entonces. Estamos lejos de conseguir unas condiciones dignas para todas.

Hoy no es un día de celebración, es un día donde se conmemora la lucha histórica de las mujeres por sus derechos. Es un día de reivindicación de los derechos humanos de la mitad de la población.

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