En el mediodía de hoy se ha difundido que el hombre que agredió con un cuchillo el día 23 a cinco personas en Lleida es un conocido neonazi logroñés, que ya contaba con antecedentes policiales por apuñalamiento y que pertenecía a la organización Nueva Época Logroño –un hecho que no fue juzgado–. Ante estas circunstancias, desde CNT-Logroño queremos manifestar que:

1º) Desde que tuvimos constancia de la existencia de Nueva Época Logroño, el sindicato CNT, junto con otras organizaciones y colectivos de la ciudad, alertó en un comunicado sobre la presencia de grupos neonazis relacionados con la violencia.

2º) La Delegación del Gobierno confirmó la denuncia informando que varios miembros de Nueva Época Logroño estaban relacionados con agresiones de carácter neonazi, entre las cuales figuran el ataque a los miembros de Asamblea de Estudiantes mientras recogían libros de textos o el apuñalamiento de un joven dominicano.

3º) Sin embargo, no se emprendió ninguna medida contra Nueva Época Logroño, cuyos estatutos figuran en el registro de asociaciones y que mantiene una sede en la calle Portillejo, nº 27. A la impunidad, y consiguiente amenaza a la seguridad ciudadana, hay que añadir que las informaciones acreditadas y contrastadas sobre el carácter neonazi de Nueva Época Logroño fueron cuestionadas desde diferentes instancias, tratando de desmentirlas. El fiscal superior de La Rioja, Enrique Stern afirmó que una investigación no había demostrado la presencia de movimientos neonazis en Logroño. Dos sindicatos policiales, la Confederación Española de Policía y la Unión Federal de Policía, refutaron las denuncias que sindicatos y partidos políticos expresaron contra Nueva Época Logroño al término de una manifestación estudiantil –adonde acudieron miembros de Nueva Época de Logroño, produciéndose varios momentos de tensión con los manifestantes–. Es indudable que tanto el fiscal como los sindicatos policiales obviaron descaradamente los antecedentes de los socios de Nueva Época Logroño.

4º) La gravedad de los hechos ocurridos en Lleida obliga no sólo a reconocer la indudable existencia de grupos neonazis en Logroño, sino a actuar contra ellos con contundencia, sin dilaciones, sin dudas y sin falsas equidistancias. La presencia del fascismo constituye una violenta amenaza que debe ser erradicada.

El tiempo acaba poniendo a cada cual en su sitio. Como ha ocurrido con Nueva Época Logroño, y como ocurrirá con nuestros compañeros injustamente encausados por la huelga del 14-N. Lamentablemente, para las víctimas siempre es tarde.

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